En
la primera mitad del siglo XX, los dirigibles eran todo un lujo. Surcaban los
cielos y eran el medio de transporte por excelencia de la época( recordemos la aeronáutica
civil era bastante cara y los viajes en barcos bastante extensos). Mas que
posiblemente, el fracaso del dirigible se debió a el desastre del dirigible
hindenburg en 1937. El hindenburg fue uno de los 2 dirigibles más grandes jamás
construidos y las aeronaves más grandes de la historia. Fue un dirigible alemán
(nazi) que partió desde Alemania hasta Estados Unidos en 1937.
Al
llegar a Nueva York, el 6 de mayo de 1937, se observo en la parte trasera de
dirigible fuego de san Telmo, que son chispas de electricidad estática. Previamente
durante su vuelo, el dirigible había estado en un tormenta eléctrica, lo que
cargo su estructura con electricidad
estatica. Este fuego se expandió rápidamente por toda la estructura, incinerándola
en muy poco tiempo y provocando la muerte de 35 de las personas que se
encontraban en su interior.
La
principal causa del accidente es el hidrogeno que se hallaba en el interior del
dirigible. Como previamente dijimos, para elevar un zeppelín se necesitan
elementos menos densos que el aire, tales como el hidrogeno. Sin embargo,
dichos gases son altamente inflamables por lo que estos dirigibles eran
altamente peligrosos si entraban en contacto con el fuego. Otro factor clave
fue el revestimiento y la estructura con la que estaba hecha el globo, pues se
pensaba en una estructura ligera y se pensó muy poco en su contacto con fuego.
El revestimiento del zeppelín estaba basado en nitrato de celulosa(que es pólvora)
y que estaba impermealizado para resistir las duras condiciones exteriores del zeppelín.
Además, estaba protegido por capas de oxido de hierro y polvo de aluminio,
denominados como termita, y que es altamente explosiva y inflamable y ayuda a
la expansión de fuego. Juntos todos ellos, fueron una combinación letal.
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